Asturias

Ribadesella, Información de Ribadesella

Ribadesella toma su nombre de la desembocadura del río Sella, uno de los más importantes de Asturias, afamado por sus salmones y por el Descenso Internacional  prueba de piragüismo que cada mes de agosto atrae la atención de miles de amantes del deporte y de la fiesta.

Uno de los aspectos que más sorprenderá al visitante es el fuerte contraste y variedad de su paisaje y de sus atractivos, tanto naturales como culturales: cumbres de casi 1.000 metros de altura situados sobre la misma linea de costa, un territorio bañado y condicionado por el río Sella, un rico pasado histórico y un moderno diseño del futuro turístico. El punto más interesante, es la Playa de Guadamía.

Los bufones son una especie de géiseres, es decir surtidores verticales de agua a presión, sólo visibles en este sector de la costa oriental asturiana, que sorprenderán y sobrecogerán a quien los contempla por primera vez.

Le entrada en Ribadesella se hace por el barrio de El Portiello, primitivo asentamiento urbano, que alberga las masas de los pescadores, muy humildes en su construcción, pero algunas de varios siglos de antigüedad. Pero para el viajero sin prisa se propone un recorrido por la villa, que siempre proporcionará al visitante la agradable sensación de descubrir rincones de especial encanto, como el paraje de Calle Oscura.

Para la pequeña historia local quedan familias y personajes que blasonan muchas de las fachadas de la villa: palacio de los Prieto-Cutre, Casa de los Ardines, Palacio de los Prieto-Collado, Casona del Escudo, etc. Todas ellas dan una categoría urbana a la población, tanto por su calidad como por su estado de conservación, que le han merecido la distinción de Conunto Histórico-Artístico.

Un rincón que no pasará desapercibido es la Plaza de Villar y Valle, conocida popularmente como la Plaza de la Atalaya, donde se encuentra la romántica torreo neo-medieval de la Atalaya cubierta de una frondosa enredadera que, en otoño, luce un llamativo colorido de rojos ocres. Un magnifico palacete de estilo historicista de los años 20 cierra el conjunto, el chalet de Doña Asunción del Valle. Esta mansión fue construida por un matrimonio de riosellanos que hicieron fortuna en «Las Americas» y que a su vuelta se convirtieron en benefactores de su villa natal (residencia de ancianos, escuelas…).

Desde la plazuela se accede a la Playa de la Atalaya, cala natural de cantos rodados flanqueada por dos altas lomas que la ocultan de la visión urbana.

Playa de La Atalaya

Tradicionalmente ha sido la playa de la villa frente a la de Santa Marina, frecuentada por más bañistas foráneos. Por su orientación y localización está muy protegida de las corrientes de aire, siendo habitual su utilización como solarium desde la temprana primavera y muy apreciada por los amantes del buceo por su rico fondo marino de acantilados.

Otra posibilidad será dirigirse por el paseo hasta la Ermita de Guía. Esta pequeña capilla de la patrona de los marineros es lo que queda de una iglesia mayor que databa del siglo XVI, y que se arruinó por un desplome del acantilado. Por este motivo la ermita está literalmente suspendida en el aire.

Los montes de Santianes con el Mofrechu, bien merece una tranquila excursión (subida por Igene, en Cangas de Onís); a la derecha (Oeste) la Sierra del Sueve, reserva de los últimos caballos Asturcones en libertad, por la espalda (Norte) el Mar Cantábrico y la línea de costa visible desde Llanes a Lastres (Colunga).

Pero una de las visiones que más cautivará al espectador será la del tramo final del río Sella, especialmente si está alta la marea y se ve en toda su plenitud la ría en la que se juntan las aguas dulces del río y las salas del mar, formando en su boca un arenal de casi un kilómetro de extensión la Playa de Santa Marina, que conserva la mejor colección de villas y palacetes de toda la costa española.

La margen derecha de la ría esta ocupada por el puerto, que mantiene una pequeña flota pesquera de bajura lejos ya de los grandes movimiento pesqueros y comerciales de tiempos no muy lejanos y próximo ya a albergar en su seno embarcaciones de recreo con unas nuevas instalaciones de puerto deportivo.

Vídeo presentación de Ribadesella

Ubicación de Ribadesella en el mapa de Asturias

Escudo de Ribadesella

Fiestas, ferias y certámenes:

Collera: Nuestra Señora de la Esperanza, (8 de septiembre):
Cuerres: San lorenzo y Feria del Queso, (10 de agosto).
Ribadesella: Carnaval, (20 de febrero):
San Juan, (24 de junio).
Virgen de la Guía, (primer domingo de junio):
Santiago, (25 de julio).
San Miguel, (22 de septiembre).
Santa Marina, (25 de agosto): Fiesta de carácter marinero en la que su acto central es la procesión de su patrona; los barcos de la flota pesquera riosellana, repletos de fieles y turistas, acompañan con gran despliegue de ornamentación a la imagen de la Virgen en un vistoso recorrido por la bahía.
Descenso Internacional del Sella, (primer domingo de Agosto): Es la fiesta más multitudinaria del calendario riosellano, declarada de Interés Turístico Internacional. Paralelamente el evento deportivo del descenso de las piraguas por el río Sella se desarrolla una animadisima fiesta con un singular desfile folclórico, previo a la salida de los remeros des Arriondas, a últimas horas de la madrugada y en honor de los campeones, que por la tarde, en la comida campestre de los Campos de Oba, han recibido los trofeos y el agasajo del numeroso público asistente. Todo comenzó en 1929 con una excursión en piragua de Dionisio de la Huerta y un amigo por el río Piloña, afluente del Sella. Hoy continúa la tradición y la fiesta mantiene vivos el ambiente y la expectación año tras año.
Tereñes: Fiesta del Pez. Se trata de una festividad gastronómica en la cual durante la mañana se pesca y por la tarde, tras los preparativos precios, se degusta del pescado recién pescado, acompañado de vino o sidra.

Gastronomía:

Xárago, lubina, pixin, lenguado, cabracho, besugo,  y un largo etcétera, son algunos de los pescados que a la plancha o en diversas salsas se pueden encontrar y degustar, acompañados de mariscos como el centollo del Cantábrico o de productos de la cocina tradicional como el pantrucu (típica morcilla local que se sirve en rodajas y frita). No puede faltar una buena botella de sidra o algún queso de la comarca.

Arte, que ver y que visitar en Ribadesella:

Retomando el Camino de Santiago, se puede visitar la Iglesia de Santa María de Junco o la de San Salvador de Moru.

Todo este territorio esta salpicado de antiguas torres defensivas, hoy convertidas en viviendas y en diferente estado de conservación, ligadas en su mayoria, a la familia Ruiz Junco. Algunos ejemplares destacables son el junco a la iglesia (de tradición románica) y el Hospital de Peregrinos. Más recientes, pero más fáciles de apreciar, son las Casonas-Palacio que se pueden encontrar en varios pueblos Junto, Abeo, Torre o Linares. Destaca el Palacio de la Piconera, situado en Sardalla.

Los inquietos por el conocimiento y el Arte podrán visitar la Cueva de Tito Bustillo, que alberga uno de los mejores conjuntos de pinturas pregistóricas de España. Fueron descubiertas en 1968 por un grupo de espeleólogos, uno de los cuales murió en accidente de montaña poco después, bautizñandose la cueva con su nombre.

A lo largo de casi un kilómetro de longitud de galerías repletas de formaciones estalactíticas y estalagmíticas, la cueva presenta múltiples conjuntos decorativos.

Puesto que las pinturas rupestres son uno de los elementos del patrimonio cultural más frágiles y delicados de cuantos se han conservado, los responsables de Cultura del Principado se han visto obligados a establecer un estricto sistema de visitas. La cueva permanece cerrada 6 meses (de octubre a abrilr), permitiéndose la visita de un máximo de 275 visitas diarias durante los meses de apertura. No obstante, el visitante que lo desee tiene a su disposición una nueva cueva natural situada sobre Tito Bustillo, La Cuevona, donde se ofrece un espectáculo audiovisual sobre el origen y el significado del Arte Rupestre.

Otra cueva natural fácilmente visitable, y que despierta gran interés y curiosidad, es la Cueva de Cuevas del Agua. Se trata de una gran cavidad natural que tiene la particularidad de servir como única vía de comunicación con el exterior a este pequeño pueblo situado entre el río y la montaña. Como si de un túnel se tratara la carretera se introduce dentro de la montaña, acompañada en su recorrido por un pequeño arroyo, dejando al conductor atónito frente a la espectacularidad de las formaciones que va contemplando a través del cristal de su vehículo.

Actividades al aire libre:

Para los más inquietos Ribadesella brinda la oportunidad de practicar una buena gama de deportes de aventura, en todas sus escalas de riesgo y dificultad: descensos en canoa por el río Sella, espeleología en sus abundantes cuevas naturales, barranquismo, rafting, puenting, surf, buceo, etc.

En Ribadesella confluyen o parten algunas de las rutas de senderismo que jalonan el municipio y que servirán para acercar los pequeños detalles del paisaje a los más curiosos e interesados: la ribera del río Sella, los molinos hidráulicos de Tresmonte, las vistas panorámicas, etc.

La parte occidental del municipio tiene una abundante oferta de turismo rural diseminada por el territorio e integrada armoniosamente en el paisaje y en entorno rural: pequeñas casas de alquiler completo o bien de convivencia en una explotación agraria, y pequeños hoteles familiares, que harán sentirse al viajero como en su propia casa.

También se ubica en este sector, próximo ya al límite con el vecino municipio de Caravia, el Campo de Golf «Rasa de Berbes», y la playa de Ribadesella, la Playa de Vega. Los interesados en los minerales y la geología encontrarán en Vega un auténtico paraíso pues, debido a la existencia de una antigua mina a cielo abierto, se encuentran con facilidad cuarcitas, fluoritas, piritas y otros.

Ribadesella es uno de los enclaves de la costa asturiana donde se encuentran con más facilidad las huellas de estos grandes animales extinguidos hace 65 millones de años. Existe una Ruta de los Dinosaurios de la Costa Asturiana, que permite visitar distintos lugares de interés en Villaviciosa, Colunga y Ribadesella. El resto de yacimientos se localizan en los acantilados de Tereñes (el yacimiento más ríco en tipología de huellas) y la Playa de Santa Marina, concretamente en el lugar conocido como Pun al Pozu.

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